El bonsái Ikadabuki o de estilo balsa, representar a un árbol, de las selvas tropicales, que por razones medioambientales (fuertes vientos, desprendimientos de tierra, inundaciones, terremotos) ha sido derribado y para sobrevivir hace crecer sus ramas en dirección vertical, haciendo sentir que estás ramas son a su vez varios árboles.
Para conseguir este estilo es necesario unas raíces fuertes capaces de suministrar nutrientes a todas las ramas.
El tronco en contacto con la tierra, empieza a desarrollar nuevas raíces y las viejas ramas empiezan a hacerse más grandes y fuertes.
Los nuevos troncos terminan formando una única copa.
Es un diseño difícil de conseguir que requiere de mucha técnica.
Para conseguir este diseño se utilizan macetas bajas y alargadas, donde el tronco se extiende de forma horizontal.
Es importante eliminar las ramas del dorso inferior (es decir, las que estarían en la parte baja del tronco caído en contacto con el sustrato).
Donde hemos eliminado estas ramas, se le quita la corteza del tronco (solamente la que va en contacto con el suelo) y se le aplica hormonas enraizantes para facilitar el crecimiento de nuevas raíces.
El tronco debe situarse sobre la superficie del sustrato, de forma tortuosa.
Con un poco de sustrato se cubre sutilmente la parte del tronco caído que está en contacto con el suelo, dejando al expuesta las ramas verticales.
Las ramas que harán de nuevos troncos deben ser alambradas desde el principio para conseguir que crezcan verticalmente con forma de árbol.
Las ramas deben de dar la impresión que se trata de un grupo de árboles separados.
Una vez el bonsái ha desarrollado sus nuevas raíces, podemos eliminar las raíces originales, permitiendo así más espacio para el desarrollo de las nuevas.
Las especies más utilizadas para conseguir un diseño de balsa (ikadabuki) son el olivo, el ficus, el granado y en varias ocasiones lo juníperos.
Cómo hacer un bonsái ikadabuki estilo balsa:
Visualmente, el proceso de creación está formado por tres pasos: