El bonsái Hokidachi o estilo de escoba (también conocido como estilo paraguas) es un estilo armónico que simula los árboles que poseen una copa muy densa y redondeada, crece hacia todos los lados de forma muy pareja y su tronco posee un porte erguido.
Es uno de los estilos más complejos de ejecutar y se utiliza para árboles frondosos de hojas caducas, dejando ver un follaje denso en primavera y una espectacular ramificación en otoño.
Este estilo podemos encontrarlo en la naturaleza en aquellos árboles que han crecido en unas condiciones medioambientales óptimas, con poco viento y sin escasez de luz y agua.
Para conseguir este estilo de lo más llamativo, sus ramas deben ser finas y aparecen desde el primer tercio del bonsái y hasta terminar formando un semicírculo. Su tronco posee una presencia exenta de movimiento, grueso, robusto y recto (nunca con forma cónica)
Para su cuidado se utiliza macetas amplias, que sean redondas y poco profunda.
Este estilo es realmente difícil de alcanzar, para ello, el bonsái debe ser cuidado desde muy pequeño.
Un error común entre los aprendices menos experimentados, es intentar conseguir su forma alambrando sus ramas. Las ramas únicamente deben ser podadas y conseguir darle forma con pequeños cortes.
Es un estilo ideal para especies como los Olmos.
Aunque no es tan común, también se utiliza en especies de hojas perennes (como los Olivos), que, al no perder sus hojas, no permiten observar el trabajo de ramificación.
