Este bonsái almendro es uno de los más famosos en el mundo del bonsái, debido a sus llamativas flores blancas, las cuales pueden apreciarse a comienzos del año. Tiene una corteza formada similar a los ejemplares más viejos; de ahí radica su parecido con otros árboles, como en caso de los tradicionales japoneses. Esto, de hecho, lo convierte en un espécimen muy interesante en torno a las personas que se dedican a su cuidado, cultivo y protección.
El bonsái almendro presenta sus orígenes en el Norte de África y en Asia, aun no se conoce exactamente su lugar específico de origen.
Características del bonsái almendro:
- Se adapta de manera excelente a lugares cálidos, incluso semiáridos.
- El frío en exceso no le sientan bien, ya que puede debilitarse e incluso causando la muerte del bonsái. Es importante protegerlo de las heladas.
- Su fruto, la almendra, es comestible. Además, presenta algunas propiedades curativa y es utilizado en medicamentos para quemaduras y mascarillas faciales.
- Su raíces son gruesas y requieren de un suelo con buen drenaje.
- Presenta flores blancas, las cuales se dividen en cinco pétalos y se dan a comienzos del año.
- Sus hojas son de tamaño pequeño y alargado.
- Presenta una escasa ramificación.
- No se lleva bien con suelos que presenten gran nivel de alcalinidad.
Presenta características muy similares a arbustos de otras variaciones orientales. Estos parten desde la etapa de florecimiento hasta la forma en que se desarrollan. El ambiente debe ser adecuado, ya que un exceso de grado resultará en su decaimiento, impidiendo que pueda florecer completamente.
Cuidados del bonsái almendro
- Ubicación:
Debe ser colocado en un sitio en el cual le llegue la luz del sol constantemente y de manera directa. Se debe evitar colocarlo en lugares fríos. En invierno, se recomienda colocarlo en interior, pegado a una ventana donde el sol le dé de manera directa, sobre todo los días de heladas. Si el clima no acompaña, siempre podemos hacer uso de luces artificiales de crecimiento.
- Suelo: Akadama 70% y grava volcánica 30%. El bonsái almendro se trata de un bonsái que soporta muy bien los encharcamientos, es por ello por lo que debemos disponer de un suelo que drene bien el agua, colocando grava volcánica en el fondo del bonsái.
- Riego: se trata de una especie que soporta bien las sequías, aunque no tanto el exceso de humedad. Es por ello por lo que necesita menos frecuencia de riego que otros bonsáis. Regaremos cuando el sustrato se encuentre seco.
- Trasplante:
El trasplante en el bonsái almendro debe realizarse con regularidad, cada 2 o 3 años es lo ideal. Su trasplante debe ser llevado a cabo antes de que comience la primavera o a fines de otoño.
- Abonado:
Después de la floración, cada 12 ó 15 días. Debe utilizarse un abono orgánico y tiene que ser colocado al final de la etapa de floración del bonsái, a partir de ese momento, se debe ir reemplazando constantemente el abono que se encuentre descompuesto.
- Poda:
Este tipo de árbol suele ramificar muy mal, así que se debe ser constante con las podas y pinzados, en vista de que las ramas alargan mucho, a pesar de tener poca densidad. Es posible hacerlo a principios de verano, ya que hay ramas alargadas en exceso. Lo idóneo es esperar que la floración termine para pinzar las ramas. En caso de que se haga antes, se corre el riesgo de perder las yemas de flor.
- Pinzado:
Debe realizarse a finales de su floración primaveral o en verano, ya que si se realiza antes, es probable que se pierdan las yemas.
Al realizarlo, lo ideal es que en cada rama queden de 2 a 5 hojas, cada una con sus yemas.
- Plagas y enfermedades:
Pulgón y cochinilla. Tanto como para prevenir, como para currar en caso de que nuestro bonsái almendro haya sido atacado por pulgones o cochinillas, bastará con aplicar un poco de aceite de neem diluido con jabón potásico de forma semanal.
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