El bonsái Moyogi o estilo vertical informal es sin duda el más extendido tanto entre los bonsáis como en los árboles de la naturaleza.
El árbol presenta un movimiento muy marcado con un tronco sinuoso (es decir, presenta un movimiento continuo) y una silueta triangular. Su tronco es atractivo y sus líneas son suaves.
Es sencillo de conseguir, ideal para quienes se inician en el bonsái. No hay una regla única a seguir, permite desarrollar la creatividad y es adecuado para casi todas las especies.
El tronco presenta una conicidad muy marcada y serpentea hacia arriba. La base del tronco debe ser poderosa de gran grosor, disminuyendo el diámetro según asciende al ápice.
Sus ramas salen en el exterior de las curvas, las cuales deben ser irregulares. Las ramas son alternadas a cada lado (en cada curva). Las ramas se extienden por todo el contorno del bonsái y entre cada rama existe una rama de espalda (para darle profundidad).
Al igual que en el estilo vertical formal, el espacio entre rama y rama va siendo cada vez menor cuanto más se acerca al ápice. Las ramas en el exterior de la curva, permite el movimiento al árbol y acentúa la curva del tronco. No deben aparecer ramas en el interior de la curva, pues que irrumpen el movimiento del tronco.
La copa puede tener diferentes formas (redondeada, triangular, o cualquier otra) y debe de encontrarse alineada con la base del tronco.
No hay una única maceta ideal para estos árboles, se debe encontrar la armonía estética junto al bonsái. Las más utilizadas son rectangulares y ovaladas
A la hora de comprar un bonsái Moyogi, debemos huir de los bonsáis con forma de “S” y buscar que sus curvas sean irregulares, le da un aspecto elegante al árbol y la sensación de movimiento.