Saltar al contenido

Bonsái Madroño

El bonsái madroño, también conocido como madroñero, albedro, gurbiote, árbol de las fresas, entre otros, es originario de regiones de Europa.

Bonsái madroño
Este bonsái se da en la mayoría de los continentes, comprendiendo así su desarrollo en diferentes sectores de América del Norte, sur de Europa, Asia y norte de África.

Características del bonsái madroño

  • Sus hojas son ovaladas y se mantienen en el bonsái durante cada estación del año. Estas presentan un color verde oscuro brillante.
  • Presenta flores de color blanco o rosado, dependiendo de cada bonsái. Estas flores, luego de un año, se convierten en frutos.
  • Sus frutos son redondos, presentan rugosidades y son de tamaño pequeño. Estos son comestibles y presentan pulpa muy rica de sabor, la cual es de color naranja o rojo.
  • Los frutos de esta especie son utilizados para realizar diferentes licores e incluso algunas marcas de vinagre.
  • Requiere de un suelo arenoso y blando, ya que en superficies duras le cuesta llevar a cabo su desarrollo.
  • El clima ideal para este bonsái es el templado, ni muy frío ni muy caluroso.
  • Presenta una ramificación dura y fácil de quebrar.
  • La corteza del tronco es áspera al tacto y de color rojizo.
  • Presenta un desarrollo de crecimiento lento.

 

Bonsais (Enciclopedia De Jardinería)
Susaeta, Equipo (Author)
2,84 EUR

Cuidados del bonsái madroño

 

  • Ubicación: Al aire libre durante todo el año. El bonsái madroño es agradecido con el sol y es capaz de soportar temperaturas de hasta -15ºC. En época de heladas, podemos proteger al bonsái en el interior de la casa, situándolo cerca de la ventana que más horas de luz pueda darle o bajo un foco de crecimiento para bonsáis.

 

  • Riego: El riego debe producirse cuando el cepellón se presente seco. Evitando siempre los encharcamientos, ya que un exceso de humedad puede dañar la raíz. En verano es posible que necesite ser regado hasta dos veces al día.

 

  • Sustrato: el suelo debe presentar un buen drenaje, por ello es recomendado utilizar una composición de 65% akadama y 35% grava volcánica.

 

  • Abonado: el bonsái madroño debe abonarse cada 20-30 días desde el comienzo de la época de la primavera hasta fines de la época de otoño. El abono tiene que ser preferentemente orgánico y presentar una buena calidad. Cuando trasplantemos el bonsái, no debemos colocarle abono sino hasta que este comience a brotar.

 

  • Trasplante: A principios de primavera o finales de otoño. Si realizamos el trasplantes en primavera, deberá realizarse antes de que las yemas comiencen a agrandarse. En bonsáis jóvenes debe realizarse cada 1 o 2 años, y en bonsáis adultos debe realizarse cada 2 o 3 años. Al momento de realizar el trasplante, debemos aprovechar para eliminar las raíces podridas, evitando cortar gran cantidad de raíces pequeñas, ya que esto podría debilitar al bonsái. También debemos aprovechar para podar las ramas que deseemos eliminar del bonsái. Tras realizar el trasplante, debemos proteger al bonsái durante algunos días colocándolo en un sitio que presente gran luminosidad pero que no se encuentre en contacto con la luz directa del sol.

 

  • Poda: Debemos realizarla en la época de primavera, ya que en este momento no se presentará el riesgo de que existan heladas que puedan dañar la cicatrización del bonsái. Al realizar la poda, debemos eliminar las ramas y brotes que se encuentren en la base del tronco, las ramas que puedan chocar entre sí y las ramas que crezcan en direcciones no deseadas. Cuando realicemos la poda de ramas, debemos procurar dejar al menos 2 o 3 hojas en cada una de ellas.

 

  • Enfermedades: En los meses de abril y mayo tenemos que tener cuidado con la aparición de pulgones. Podemos utilizar un poco de aceite de Neem en estos meses a modo preventivo.

 

 

 

[yasr_overall_rating size=»medium»]

[yasr_visitor_votes size=»small»]