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Bonsái Jazmín Chino

El Bonsái Jazmín chino o según su nombre científico “jasminum glaucum”, como bien su nombre indica, es originario de China. Comúnmente también es llamado jazmín de invierno, jazmín chino, jazmín de China. Sus flores aparecen en primavera distribuidas en panículas y son blancas por dentro y rosas por el exterior.

Se trata de un bonsái muy valorado entre los principiantes, ya que tiene un crecimiento notablemente rápido y desprende una fragancia muy distintiva y agradable. A diferencias de otros bonsáis, el jazmín chino permite ser podado en cualquier época del año excepto durante su floración.

Bonsái Jazmín Chino florecido

Características

Entre sus características encontramos el porqué de ser un bonsái tan recomendado para principiantes:

  • Posee mucha resistencia contra las heladas.
  • No necesita recibir sol constantemente, ya que puede adaptarse a la media sombra.
  • Debido a su acelerado crecimiento, alcanza un gran tamaño.
  • Presenta una fuerte presencia estética.
  • Sus flores desprenden una fragancia muy intensa.

 

Cuidados Bonsái Jazmín Chino

 

  • Ubicación: Al ser una planta resistente a las heladas y muy tolerante a las podas, es recomendable ubicarlas en el exterior. Incluso si en dicha zona hay una sombra parcial, le permitirá a crecer de maravilla, pero debemos tener muy en cuenta el hecho de no dejarla en lugares sin luz.

 

  • Suelo o sustrato: No presenta muchas exigencias, eso sí, debemos de tener cuidado con los encharcamientos. Si no tenemos cuidado, es posible que nuestro bonsái Jazmín Chino retenga grandes capas de humedades y por consiguiente la aparición de hongos. Por ello recomendamos utilizar un 30% (aprox.) de greda volcánica en el suelo interno de la maceta y recubrir el otro 70% con akadama.

 

  • Riego: El bonsái jazmín chino requiere cierta atención en cuanto a su riego se refiere. Cuando se encuentra en floración, es recomendable que su sustrato no permanezca seco completamente durante más de un día, ya que podría perjudicar el desarrollo de sus flores. Y aunque dependerá de cuál sea el clima donde se sitúe el bonsái, a rasgos generales los riegos deben hacerse una veces cada 3-4 días en los meses de frío y 3-4 veces en la época de verano donde las temperaturas sobrepasan los 30ºC. A la hora de regar, echaremos agua hasta que la tierra quede bien humedecida, observando que el bonsái filtra por la parte inferior el agua sobrante.

 

  • Poda: Es una planta que tiene tendencia a enredarse, por lo que es importante podarla y guiarla constantemente, pinzando las ramas que lo necesiten, recortando un poquito y quitándoles las hojas más tiernas. En invierno se hace una poda de limpieza, quitando ramas muertas, enfermas o rotas y también todas aquellas que se hayan desviado o crecido demasiado a comparación de las demás.

 

  • Trasplante: Cada 3 años y uno o dos meses antes de la floración. Una vez comenzamos el trasplante y retiramos el bonsái de su maceta, aprovechamos para hacerle una poda generosa en sus raíce, eliminando aquellas que presenten mal estado o un crecimiento vertical. Antes de colocar nuestro jazmín chino en su nuevo suelo, es importante lavar bien sus raíces y el cepellón, quitando el máximo de sustrato viejo.
  • Raíces: Es importante conocer que sus raíces no son invasivas, lo cual facilitará su trasplante y la poda de las mismas.

 

  • Alambrado: Al tratarse de un bonsái de crecimiento rápido, debemos de tener cuidado e inspeccionarlo con cierta regularidad y cambiarlo cada mes (aproximadamente) para evitar que acabe hundiéndose en la corteza. Siempre debemos de utilizar alambre anodizado.

 

 

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