El bonsái alcornoque se trata de una de las especies más frecuentadas a la hora de querer construir o formar una galería de bonsáis. Gracias a su pronunciada corteza corteza permite hacer del cuidado de estos un trabajo de alto nivel. Su nombre científico es Quercus suber y en su estado natural el alcornoque se ha usado durante siglos en Europa y el norte de áfrica para la elaboración de corchos de vino gracias a su propia corteza.
El crecimiento del bonsái alcornoque es relativamente lento, pero es compensado con una gruesa corteza y unas delicadas hojas que hacen su propio sistema de adornos naturales. Las hojas se presentan agudas y de manera alterna; su ápice es agudo y los colores que nos muestra son el verde oscuro en la parte superior, mientras que por otro lado la zona más inferior nos muestra un verde grisáceo.
Cuidados del bonsái alcornoque
- Ubicación: Son bonsáis mediterráneos. Su ubicación idónea es a pleno sol. Aunque soporta las temperaturas más elevadas, en las horas más calurosas de los días más calurosos de verano, lo recomendable es protegerlo con un poco de sombra. El frío tampoco supone un problema siempre y cuando las temperaturas no desciendan de los -2º C.
- Humedad: Aunque su bonsái alcornoque resistirá tanto las sequías como los excesos de humedad, no es recomendable la aplicación de agua pulverizada sobre su copa.
- Sustrato: no se trata de un bonsái exigente con su suelo, se desarrollará sin problemas en cualquier sustrato estándar para bonsáis. Aun así, nuestra recomendación es utilizar Akadama con grava volcánica en el fondo de la maceta para mejorar su drenaje. Proporciones aprox: 80% akadama y 20% grava volcánica.
- Riego: el riego será con abundante agua, siempre y cuando el sustrato drene bien. Cuando la primera capa de sustrato empiece a secarse, volveremos a regar. Aproximadamente la frecuencia de riego será una vez cada 3/5 días en inviernos y 3/4 veces al día en verano (estas indicaciones son aproximaciones y pueden variar dependiendo del clima y la zona donde se encuentre el bonsái alcornoque), para los días calurosos del verano, podemos hacer uso de un sistema de riego automático.
- Maceta: Los bonsáis «quercus» lucen en macetas sin esmaltar. Aunque en época de floración y fructificación, una maceta esmaltada de tono oscuro, le hará resaltar su valor estético.
- Abono: utilizar abonos sólidos. Su liberación lenta favorece el desarrollo de los bonsáis alcornoques. El abonado debe efectuarse en primavera y en otoño, pero no durante la fase de floración.
- Alambrado: utilizar un alambre de aluminio anodizado, con cuidado de cambiarlo antes de que la corteza lo absorba. El alambrado puede efectuársele durante todo el año.
- Trasplante: Cada 2/3 años, antes de la brotación primaveral. El bonsái alcornoque no soporta las tierras compactas y duras, por lo que aprovecharemos el trasplante para hacerle una poda parcial a las raíces y extender un poco de grava volcánica en el fondo de la maceta, que favorezca la drenación.
- Pinzado: se debe distinguir 3 pinzados:
- Pinzado de los brotes tiernos → cuando comienza la brotación. Esto permite al bonsái alcornoque mantener una densidad correcta del ramaje fino.
- Pinzado de brotes largos, dejando 1-2 hojas → a aquellos brotes finos, le practicaremos un pinzado casi total, favoreciendo un crecimiento fuerte.
- Pinzado del brote Terminal con defoliación parcial de la rama → cuando el brote presenta 6-8 hojas, se le pinza el extremo al tiempo que se defolia el resto del brote. De modo que conseguirá una mayor densidad en las brotaciones nueva.
¿Cómo pinzar un bonsái alcornoque?
- Defoliado: diferenciando entre:
- Defoliación completa → junto al trasplante y el cambio de tierra. Para efectuarle una defoliación completa, es necesario que el trasplante se realice cuando las yemas estén a punto de abrirse.
- Defoliación parcial o clásica → en verano. Aunque la defoliación es algo que produce cierta ansiedad es necesario reducir el tamaño de sus hojas.
- Plagas y enfermedades: los bonsáis alcornoques pueden verse víctimas de la «seca de la encina» producido por el hongo Phytophtora cinnamomi, causando la podredumbre de las raíces. Para prevenir su aparición, podemos utilizar fungicidas de base de Fosetil Al.
[yasr_overall_rating size=»medium»]
[yasr_visitor_votes size=»small»]